viernes, 2 de agosto de 2013

Aguas del Pirineo


Sallent de Gallego


El pantano de Lanuza


En la fuente del recuerdo de mi madre

Un año después


Presagios


El tiempo ya no pasa,

vamos nosotros fluyendo por su lecho,

nos deslizamos

por las rocas de los días,

remoloneamos

en los meandros  de los buenos momentos,

nos deleitamos

en las fuentes  de las voces amigas,

nadamos

en pantanos

de inalcanzables sueños.

Curiosa percepción:

Con el tiempo

Nos vamos espesando.

Fluyen con nosotros

todos los que

siguen estando

aunque ya no están:

La vida se va volviendo un precioso mar de paradojas azules.

Por ejemplo,

mamá:

eres y ya no estas.

Tu acto de existir se extinguió hace un año

(aunque ya habías salido meses antes del escenario)

Desertaste el cierzo de los verbos  y sus arduas conjugaciones

para deslizarte

como una brisa suave

en la calidez ligera de los pronombres:

Conmigo,

por él,

para ella,

entre nosotros…

Libre, por fin, mamá

de tu yo

y ya sin miedos.

Déjame conjugar tu ultimo verbo

en la primera persona del plural,

la única que persiste al desgaste del tiempo:

“Somos”

agua,

roca

y

rosal.


Recuerdo de Sallent de Gallego, julio 2013














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