martes, 24 de agosto de 2010

Belleza sonora



Por la mar chica del puerto
andan buscando los buzos
la llave de mis recuerdos.

Se le ha borrado a la arena
la huella del pie descalzo
pero le queda la pena
y eso no puede borrarlo.

Por la mar chica del puerto
el agua que era antes clara
se esta cansando de serlo.

A la sombra de una barca
me quiero tumbar un dia
echarme todo a la espalda 
y soñar con la alegría.

Por la mar chica del puerto
el agua se pone triste
con mi naufragio por dentro

Poema de Manuel Alcantara
musicado por Mayte Martin


domingo, 15 de agosto de 2010

El paisaje es arquitectura



En este enlace podéis escuchar el cuento "El agua del Delta del Llobregat":

http://www.queesarquitectura.org/es/videos/imma-jansana

Senderismo de agua


He tenido la suerte de descubrir y hacer la pequeña ruta llamada "Els estrets" por el río Matarranya (o Matarraña) en Teruel, Aragón (España). La comparto con todos aquellos que deseen hacer senderismo de agua.

Ojalá las pocas fotos que hice os puedan dar una idea, El camino bordea el río y si este no está crecido, no es necesario meterse en él. Aunque en los días calurosos de agosto se agradece su agua fresquísima, casi helada. Y transparente. Un verdadero regalo para los sentidos.



Informaciones sobre la ruta:


jueves, 12 de agosto de 2010

Planeta agua



Agua que nace en la fuente serena del mundo
surgiendo en la profundidad
agua del río inocente, que pasa y se vierte,
se funde en la entraña del mar
aguas oscuras del río
que llevan la fertilidad o el dolor
aguas que bañan aldeas
y matan la sed de la población
aguas que caen de las piedras
cascadas que truenan, feroz vendaval
y luego duermen tranquilas
al fondo de un lago
al fondo de un lago...

Agua de los manantiales, origen del agua
con su misteriosa canción
agua que el sol evapora, bendita la hora
serán nubes de algodón
gotas de agua de lluvia
alegre arco iris en la plantación
gotas de agua de lluvia
son lágrimas tristes en la inundación
aguas que mueven molinos
son las mismas aguas que pueden matar
y siempre vuelven humildes
al fondo de la tierra
al fondo de la tierra...
Tierra, planeta, agua... .

martes, 10 de agosto de 2010

El río de la lengua española

                                      ( rio Jucar, 
 http://www.agrocope.com/gmt/fotos/imagenes/I_MEDIO_AMBIENTE/AGUAS/rio-jucar146.jpg)

“El río de la lengua española”. Así llamó Juan Ramón Jiménez al romancero español. Populares, anónimos, concisos, claros, directos, sin adornos superfluos y pulidos interminablemente a lo largo de los siglos, los romances son también como piedras del río, como cantos rodados.
Desde la descorazonadora queja de un prisionero hasta las luchas entre moros y cristianos, pasando por los episodios bíblicos o las paganas invocaciones a la noche de san Juan, de las aguas del romancero bebieron los mejores poetas de la Edad de Oro, y de ellas han bebido también algunos de los del siglo XX como Machado, Unamuno o Lorca. (J. R. M., EL PAIS, 13-3-05)


ROMANCE DEL JÚCAR

Agua verde, verde, verde, 

agua encantada del Júcar, 
verde del pinar serrano 
que casi te vio en la cuna

—bosques de san sebastianes 
en la serranía oscura, 
que por el costado herido 
resinas de oro rezuman—;

verde de corpiños verdes, 
ojos verdes, verdes lunas, 
de las colmenas, palacios 
menores de la dulzura,

y verde —rubor temprano 
que te asoma a las espumas— 
de soñar, soñar —tan niña— 
con mediterráneas nupcias.

Álamos, y cuántos álamos 
se suicidan por tu culpa, 
rompiendo cristales verdes 
de tu verde, verde urna.

Cuenca, toda de plata, 
quiere en ti verse desnuda, 
y se estira, de puntillas, 
sobre sus treinta columnas.

No pienses tanto en tus bodas, 
no pienses, agua del Júcar, 
que de tan verde te añilas, 
te amoratas y te azulas.

No te pintes ya tan pronto 
colores que no son tuyas. 
Tus labios sabrán a sal, 
tus pechos sabrán a azúcar

cuando de tan verde, verde, 
¿dónde corpiños y lunas, 
pinos, álamos y torres 
y sueños del alto Júcar?

Gerardo Diego

domingo, 8 de agosto de 2010

Romance del Duero

Duero (Soria)


ROMANCE DEL DUERO

Río Duero, río Duero,
nadie a acompañarte baja,
nadie se detiene a oír
tu eterna estrofa de agua.

Indiferente o cobarde
la ciudad vuelve la espalda.
No quiere ver en tu espejo
su muralla desdentada.

Tú, viejo Duero, sonríes
entre tus barbas de plata,
moliendo con tus romances
las cosechas mal logradas.

Y entre los santos de piedra
y los álamos de magia
pasas llevando en tus ondas
palabras de amor, palabras.

Quién pudiera como tú,
a la vez quieto y en marcha
cantar siempre el mismo verso
pero con distinta agua.

Río Duero, río Duero,
nadie a estar contigo baja,
ya nadie quiere atender
tu eterna estrofa olvidada

sino los enamorados
que preguntan por sus almas
y siembran en tus espumas
palabras de amor, palabras.

Gerardo Diego


Fundación Gerardo Diego