miércoles, 30 de diciembre de 2009

Tiremos los miedos al agua

Reír es arriesgarse a parecer tonto
Llorar es arriesgarse a parecer sentimental
Querer a alguien es correr el riesgo de involucrarse
Expresar los propios sentimientos
es arriesgarse a ser rechazado.
Mostrar tus sueños a la gente, es arriesgarse al ridiculo.
Amar es arriesgarse a no ser amado a su vez.
Ir hacia adelante es arriesgarse a fracasar.
Pero debe correre ese el riesgo, porque el mayor peligro en la vida,
es no arriesgar nunca nada.
El que no arriesga nada, nunca hace nada, no tiene nada, no es nada.
Puede evitar el sufrimiento y el dolor, pero no puede aprender, sentir, cambiar, crecer… ni amar.
Encadenando por su seguridad y su certeza,
es un esclavo:
ha perdido su libertad.
Porque solo aquel que se arriesga
es realmente libre.
Anónimo

Os deseo un recorrido arriesgado y sin miedos por el 2010...
¡A fluir, intrépidos y valientes, como el agua!

1 comentario:

Matilde dijo...

Lo intentaremos, Pilar. ¡Buen 2010!